Hoy os traigo la reseña de un libro que he disfrutado mucho, ya que la trama y la historia que nos cuenta es diferente a lo que suelo leer; y es que la premisa de una sociedad futura que ha logrado vencer a la muerte fue suficiente para que quisiera tenerlo en mis manos.
Pero antes de nada os dejo la foto del libro y la sinopsis:
Antes, las personas morían por causas naturales. Existían asesinos invisibles llamados enfermedades, el envejecimiento era irreversible y se producían accidentes de los que no se podía regresar. Ahora, todo eso ha quedado atrás y sólo perdura una verdad muy simple: la gente tiene que morir. Y esa es la tarea de los segadores. Porque en un futuro donde la humanidad controla la muerte, ¿quién decide cuándo y cómo sembrarla? Citra y Rowan acaban de ser seleccionados como aprendices de segadores. ¿Su objetivo? Superar las pruebas de su mentor, sean las que sean. Aunque en el proceso renuncien a todo lo que les hace humanos.
Con esa sinopsis ¿a quién no le llama el libro?
Comenzaré la reseña hablando de la sociedad y de como encontramos ese mundo en el que nadie muere.
El autor nos enseña una sociedad tranquila en la que hemos conseguido dominar y conocer todo. Los humanos viven tranquilamente sin grandes problemas, excepto el de encontrarse con un segador cara a cara. La forma de gobierno ha cambiado siendo justa para todos, hay seguridad en las calles y las maldades que conocemos nosotros, en el libro no existen.
El autor nos va enseñando poco a poco como está estructurado todo, explicando cada cosa en su justo momento.
Nos encontramos con dos protagonistas, una chica y un chico (Citra y Rowan) cada uno con su vida, pero unos acontecimientos los llevarán a convertirse en novicios de un segador de renombre y aprender las normas de este oficio.
Ambos protagonistas son empáticos, correctos y tienen su conciencia, a todo esto hay que añadir que ninguno de ellos quiere ser segador.
El ser elegidos como novicios va a suponer un gran cambio en su vida y les va a llevar al límite, viendo que no es oro todo lo que reluce en la comunidad de los segadores.
Es una gozada ver la evolución de ambos personajes, teniendo el privilegio de ver qué piensan en cada momento.
En cuanto a los segadores, tienen también un peso importante en la historia. En concreto tres de ellos, pero no os voy a dar nombres. Simplemente os voy a decir que hay varios tipos de segadores, que no todos coinciden en lo que está bien y lo que está mal, cada uno tiene una forma propia de hacer el trabajo, todos se rigen por el sumo dalle y unas normas muy concretas que elaboraron los primeros segadores. A partir de aquí es donde disfrutas de esta comunidad, donde ves los entresijos y que hasta en este "trabajo" hay sus más y sus menos.
La estructura del libro es interesante, ya que antes del comienzo de cada capítulo tenemos acceso a las páginas del diario personal de los segadores. Lo que ayuda a entender mejor el mundo y esa parte de la sociedad. Estas páginas son de color negro, lo que hace que resalten más y evites mezclarlas con la trama.
Sé que es una reseña algo ambigua, sólo quiero picaros la curiosidad y que queráis leer el libro. En mi caso, desde que lo vi en Instagram en inglés, me llamó la atención.
Cuatro días he tardado en leerlo y porque tengo otras cosas que hacer, sino habrían sido menos.
Es la primera obra que leo de este autor y sé que no va a ser la última. Mi puntuación total sobre 5 es de:
Si queréis leer una historia distópica algo distinta a lo que estamos acostumbrad@s, este es vuestro libro.
¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido? Si no lo habéis leído ¿pensáis hacerlo? ¿Qué otros libros de este autor me recomendáis?
Os leo en comentarios.
Felices lecturas.
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